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Estamos pasando por momentos complicados, más aún si nos toca vivirlos alejados de las personas que amamos. Nada nos hace más humanos que nuestra necesidad de tocar, oler, besar o abrazar, pero como bien sabemos el amor y sexo en tiempos de la Covid-19 claramente no son una buena combinación.
Miles de parejas, heterosexuales o no, viven su relación a distancia por causa de esta pandemia sabiendo que la separación resulta ser muy dura y podemos hacer más llevadero recordando algunos momentos o detalles sexuales. Para este caso surgen nuevas habilidades eróticas. Un claro ejemplo es el ‘sexting’, una sana alternativa para parejas que se ha convertido en el mejor aliado para las relaciones sexuales a distancia en estos tiempos.
Esta modalidad nos permite compartir momentos de actividades sexuales en las que no existe contacto físico, pero si de manera digital compartiendo contenido erótico con la finalidad de satisfacerse mutuamente.
Por otro lado, si hablamos sobre el contagio del nuevo coronavirus a través de relaciones coitales sin preservativo es difícil. Podemos presuponer que se puede contagiar o que es poco probable, debido que hasta el momento no se ha podido demostrar un caso real, pero recordemos que la transmisión puede ser mediante besos y la respiración, por ello es que habrá más estudios.
La falta de presencia de nuestra pareja puede causar un gran sufrimiento. Todo ser humano necesita el afecto, vínculo social e íntimo y prohibir esto o generar algún miedo solo va a conseguir aumentar los problemas emocionales, como el incremento en la sensación de soledad ya existente.
Por ello, si deseas vivir un encuentro erótico sea en espacios grandes, abiertos y bien aireados. Es de vital importancia el lavarse las manos con jabón durante 20 segundos y ducharse antes y después del encuentro sexual, así como limpiar los juguetes sexuales utilizados antes de alguna práctica.
Lo más importante es intentar explicar que hay que ser responsables, evitar el sexo de una noche, quizás dar un mayor margen de conocer a esa persona, ver cuáles son sus rutinas diarias para determinar cuál es el nivel de exposición que tiene con la sociedad y asimismo cuál es su estado de salud actual.
En conclusión, podríamos vivir la sexualidad sin dejar de disfrutar, pero teniendo una mayor consciencia de responsabilidad ante la situación que todos estamos viviendo.